Ninguna relación ha exigido tanto esfuerzo por mi parte.
Y nadie me ha dado tanto a cambio.
Llevo días recordando estas mismas fechas de hace siete años…¡¡qué sabor más agridulce!! ¡¡cómo me hubiera gustado regalarte una vida diferente a la que tienes!!, quizás ni mejor ni peor, quizás sólo diferente.
Pero esto es lo que tenemos, mi niña… y yo, contigo, tengo mucho, muchísimo más de lo que creía.
Hace poco escuché una conversación en la que una chica, (con un matrimonio no-feliz, sin hijos, sin un trabajo que le llene…) le decía a otra “me reencontré con Fulanita y Zutanita, las dos están casadas y con hijos, la verdad es que son preciosos…. ¡¡pero yo estoy mucho más delgada y guapa que ellas!!”… me dio una pena inmensa su aire triunfal… ¡nunca sabrá lo que se pierde y que Fulanita y Zutanita nunca se cambiarían por ella!
Como ya dije una vez, criar a un hijo (que no es lo mismo que tenerlo) es un trabajo que te ocupa 24 horas al día, que te exige todas tus energías y aún un poquito más… pero al tiempo es, desde mi punto de vista, el mejor de los trabajos, el que te hace crecer más como persona y querer mejorar un poquitín cada día, para ser merecedora del cariño de esa personita que va subiendo a tu lado.
Y no hay nada más reconfortante que notar que esa manita te busca en sueños para coger la tuya.
Hoy mucha gente llamará para felicitar a mi niña… ¡cuando la afortunada soy yo!
Y que sepas....¡¡QUE TE QUIERO MUCHO!!!
Esto es para la pequeña: felicidades, nena, de gente que te quiere y ni te imaginas que están. También para tu mami.
ResponderEliminarJC